Navegando por las islas Lofoten

Somos José y Cristina, y somos navegantes aficionados.

El verano de 2016 pasamos la última semana de Agosto navegando en las Islas Lofoten y os vamos a contar un poco como fue la experiencia.

Las Lofoten son un conjunto de Islas situadas al norte de Noruega, por encima del círculo Polar Ártico, en el paralelo 68. Esta región es lo que los propios noruegos llaman el Far North (Norte lejano). Por encima de aquí sólo quedan el Far Far North y las Islas Svalbard, El territorio Noruego más al Norte.

A pesar de su impresionante ubicación, las Lofoten están influenciadas por la corriente del golfo por lo que disfrutan de un clima mucho más suave de lo esperado y tienen un verano agradable aunque breve, tanto que para ellos la última mitad de Agosto ya es el principio del Otoño. Estos datos y el deseo de navegar mares distintos a los conocidos (el Mediterráneo y Las rias gallegas) nos animó a buscar un barco y vivir esta pequeña aventura.

Noruega es un país carísimo para los españoles, así que nuestra economía solo nos permitiría alquilar un velero por una semana (y aun así, fue unos de los alquileres más caros de nuestra vida!) Por eso la primera semana del viaje la pasamos viajando por carretera a lo largo de la costa continental, cogiendo ferris para saltar de isla en isla y cruzando fiordos, remando los fiordos en Kayak, buscando setas, subiendo glaciares que casi tocan el mar, tocando el círculo polar y disfrutando del estilo de vida Noruego.

Los Noruegos, incluso aquellos que habitan en ciudades, viven en contacto constante con la naturaleza a la que respetan, cuidan y protegen de manera natural. Aman el aire libre, todas las poblaciones están sembradas de mesas de picnic donde ellos pasan todo el tiempo que pueden, comiendo o tomando café.

Los espacios naturales, de una belleza virgen son exactamente eso, naturales. Prácticamente no están intervenidos, y si un Noruego te recomienda un trekking, es mejor que lleves buen calzado, un mapa y tu sentido de la orientación, porque no encontrarás ni señales, ni sendas marcadas, tendrás que avanzar por entre el húmedo y mullido brezo.

Además del bosque, los Noruegos (al menos los de esta región) están también en contacto con su mar. Debido a la riqueza de sus aguas, todos pescan su propio pescado. Ésta fue una de las cosas que más nos llamó la atención de nuestro viaje. En los supermercados, numerosos, accesibles, caros y los únicos establecimientos abiertos a cualquier hora, no hay apenas pecado fresco para comprar, en cambio, en todos puedes comprar aparejos de pesca, en gran cantidad y variedad y los únicos productos cuyo precio es menor que en España.

Así pues, nuestra primera compra fueron un curricán y un cuchillo de pesca.

Ésta primera semana por carretera nos había permitido entender los ritmos Noruegos, aprender donde conseguir las cosas que necesitábamos y acostumbrarnos a ese paisaje vegetal y virgen en donde nunca sabes bien donde acaba la tierra y empieza el mar. Durante esos días viajando a lo largo de la costa y cruzando en Ferris de isla en isla, apenas vimos veleros navegando, pero eso estábamos deseosos de embarcarnos y zarpar, intrigados por cómo sería la navegación, las corrientes, los vientos…. ¿por qué no había más veleros navegando si el tiempo era excelente?…

DIVISAR LAS LOFOTEN

Al fin, el sábado viajamos de Bødo a Svolvaer, la población más importante de las Islas donde nos embarcaríamos.

Geológicamente, las Islas Lofoten son una fila de crestas alineadas que corren casi paralelas a la costa creando un gran fiordo, el Vestfjorden. Las islas son muy escarpadas, salen verticalmente del mar como la cresta dorsal de un gran dragón y ya a primera vista desde el ferry al aproximarnos nos parecieron impresionantes y preciosas. Puedes disfrutar de las vistas de formas de alta montaña que mojan sus faldas directamente en el mar!

Toda la costa sur de las Islas está bañada por el Vestfjorden, un gran fiordo formado entre las propias Islas y el continente y que está protegido por lo que la costa sur es segura y fácil de navegar. Esta será la zona donde vamos a pasar nuestra semana a bordo.

Las Islas viven fundamentalmente de la pesca del Bacalao en invierno y del turismo en verano. Aun así, son casi salvajes, con muy pocas poblaciones casi desiertas fuera de la temporada de pesca.

Nuestro velero para esta singladura era el Artic Babe, un Delphia 32. Se trata de un velero de fabricación polaca que estaba impecable y bien equipado. Tiene un diseño cómodo y moderno y navega fácil y cómodamente.

Las previsiones para la semana eran bastante buenas, sin alertas y con el único riesgo de no tener viento muchos días.

Éstas previsiones se cumplieron más o menos. Durante la primera parte de la Semana disfrutamos de vientos suaves y bastante constantes y de un día de tormenta fuerte que nos mantuvo navegando dentro de un fiordo. La segunda mitad el viento bajo mucho y subió la temperatura, por lo que el al regreso tuvimos que usar bastante el motor y tuvimos también tiempo para pescar.

Navegamos casi en solitario, la costa sur hasta el precioso Reine y luego volvimos por la misma costa y remontamos el canal de Raftsundet para visitar el famoso fiordo Trolfjorden, un fiordo de 2 km en cuya parte más estrecha, los barcos turísticos que vienen a visitarlo, casi tocan con las bandas en las paredes rocosas y verticales que lo encierran.

En total navegamos unas 130 millas, con muchas paradas para visitar tierra y pescar.

Al elegir esta ruta renunciábamos a conocer la costa Norte de las islas, pero con el poco viento anunciado y contando sólo con 6 días subir a la costa norte, más salvaje y abierta, nos obligaba a largas jornada de navegación, mucho motor para recorrer los canales de fuertes corrientes entre las islas y renunciar a hacer paradas y conocer las islas desde tierra, por lo que elegimos aprovechar el viento de los primeros días para navegar hacia el sur y llegar lo más lejos que pudiéramos antes de tener que regresar.

Este fue nuestro recorrido…

Dia 0 – De Bodo a Svolvaer, viaje en ferry

Dia 1 – Salida a las 3 p.m. Navegación por los alrededores para toma de contacto y noche en Littl Molla, fondeo en cala. Viento y buenas sensaciones con el Artic Babe.

Dia 2 – Navegación con buen viento hasta Henningsvaer con parada intermedia. Una para muy interesante en un pueblo-puerto natural entre dos islas. Amarramos a un muelle deportivo con algunos problemas por la fuertes rachas de través.

Dia 3 – De Henningsvaer a Leknes mezclando tramos a vela y otros a motor.

Dia 4 – Dia de tormenta, olas y viento. Mañana navegando dentro del fiordo. Comida en Gravdal y por la tarde, con buen tiempo, navegación hasta Reine.

Dia 5 – Día sin viento. Navegamos por los fiordos cerrados de Reine disfrutando del paisaje y pescando. Salimos a mar abierto donde pescamos el gran Bacalao.

Paramos en Nusfjord un rato y continuamos hasta Mortsundaen un pueblo pesquero desierto donde hicimos noche otra vez en fondeo.

Dia 6 – Larga navegación sin viento deshaciendo el camino y remontando luego el canal Rafttsund entre las islas de Austvagoy (Svolvaer) y Digermulen, para llegar al Trollfjord, el fiordo navegable más estrecho. Hicimos noche el fondo del fiordo, amarrados a un muelle donde hicimos la mejor barbacoa de bacalao de nuestra vidas.

Dia 7 – Despedida. Descendimos el canal con la corriente a favor y sin viento hasta la Isla Storamølla donde fondeamos para el almuerzo en una bahía cerrada paradisiaca. Como siempre, éramos el único velero y los únicos seres humanos de la zona. Nos despedimos con un baño con el agua a 14º.

Entramos en el puerto de Svolvaer a las 6pm y dormimos a bordo para coger el ferry de vuelta a Bødo a las 6 de la mañana.

En el mapa hemos dibujado los tramos de navegación, cada día en un color

LA NAVEGACIÓN, AMARRES Y LA VIDA A BORDO:

Como cada vez que hemos salido a navegar fuera de España, lo que más nos cuesta y nos sorprende son las prácticas y costumbres de cada sitio respecto a los fondeos, amarres, puertos y marinas.

En el caso de Noruega, y como no podía ser de otra manera, el amarre en los puertos pesqueros y marinas es libre y gratuito o, en el caso de alguna marina con servicios, sujeto a una aportación voluntaria sugerida en un tablón del muelle llamada “honesty box”.

LAS MARINAS:

Las “Marinas” como las entendemos, amarres para embarcaciones deportivas, con muelle para desembarcar y servicios de agua y electricidad son MUY escasas y no están atendidas. No hay llamadas por radio, ni partes, ni nada. Si quieres hacer noche en una solo tienes que llegar y amarrarte en un espacio libre (en nuestro caso sin problemas ya que éramos en único velero navegando por esa zona en esa época).

Si usas los servicios debes aportar algo en el honesty box (unos 20€), donde también encontrarás la llave de la verja de la marina si la hubiera. En muchos casos las instrucciones sólo están en Noruego y no encontrarás a nadie en el pueblo o los alrededores…. en ese caso nosotros, nos hicimos un poco “los Suecos”…

LOS PUERTOS PESQUEROS:

Los “pueblos” en Lofoten son, en la mayoría de los casos, una agrupación de cabañas de madera y casas a orillas del muelle, que alojan a los pescadores y trabajadores de la industria pesquera durante el invierno, por lo tanto en verano, muchas de ellas está prácticamente deshabitadas. Los muelles o puertos son altos muros de hormigón o estructuras de madera con pilares de madera y escaleras muy rudimentarias donde los barcos se amarran.

Al llegar a un puerto puedes amarrarte donde quieras sin pedir permiso, es gratis. Incluso, si no hay un buen sitio puedes amarrar a un pesquero sin problemas. En los puertos no hay servicios de agua o electricidad. En realidad en algunos de ellos no hay nada, sólo industrias de procesado de bacalao cerradas, secaderos de bacalao vacíos y casa desiertas. La paz y el silencio es abrumador.

En algunos de estos pueblos, más cercanos a la carretera que recorre las islas, si había algún servicio más para turistas, algún restaurante y tienda. En esos casos aprovechábamos para tomar una cerveza (a un precio astronómico) y hablar con alguien, pero eran intercambios breves ya que los locales abren muy pocas horas cierran muy pronto y la vida aquí es muy tranquila.

EL FONDEO:

La aguas alrededor de las Lofoten y Los fiordos son muy profundos, por lo que hay que buscar calas o pequeños fiordos de poca profundidad para el fondeo. Una vez localizado un buen sitio (y hay muchos) el fondeo era tan fácil como tirar el ancla. Con las previsiones de noches tranquilas que teníamos y el hecho de ser el único barco en todos los fondeos que hicimos no teníamos que tomar ninguna precaución especifica. Los lugares donde fondeamos eran sencillamente paradisiacos, preciosos. El silencio y la paz resultaban increíbles, especialmente para unos navegantes mediterráneos y las noches fueron todas muy tranquilas. A pesar de que a finales de Agosto sólo teníamos 3 horas de oscuridad por las noches (de 12 a 3 de la madrugada) dormíamos como bebés. Una vez acostumbrados a dormir con luz, el silencio, la tranquilidad de las aguas y los ritmos nórdicos nos obligaban poner el despertador para no perder toda la mañana durmiendo!!

EL CLIMA: Podríamos decir que, para Madrid, se trata de un verano frío, pero a nosotros nos resultó maravilloso. Salvo un día, que tuvimos lluvia y tormenta por la noche y toda la mañana hasta el mediodía, no nos llovió más.

El tiempo nos pareció como una buena primavera en las rías. Días largos y soleados con viento fresco. Navegando nos teníamos que abrigar, y más al bajar el sol ya que el viento en el mar es frío. Parados, durante el día y al sol estábamos en pantalón corto y camiseta.

Las noches eran frescas pero agradables. Cenábamos sopa dentro del barco y usamos la calefacción de un velero por primera vez en nuestra vida, pero, para una pareja de Madrid, dormir tapado con edredón en agosto es todo un lujo.

En cuanto al agua, como dijimos, esta costa está influenciada por la corriente templada del Golfo y la temperatura del agua estaba entre 11 y 14º. Las medusas gigantes me impidieron el baño más que la temperatura, y aun así, me bañé en el fiordo de Reine y en el último fondeo en la cala de Storamølla.

LA PESCA: Es lo mejor de Noruega, hay tanta vida que parece imposible no pescar si estás en el lugar adecuado. A nosotros nos costó unos días cogerle el tranquillo, especialmente los primeros, cuando nos centramos en aprovechar el viento. A pesar de nuestra inexperiencia pescamos (bueno, fue José el pescador) un Bacalao de unos 2 kilos que nos comimos a la barbacoa en el muelle del fondo del Trollfjord, un auténtico lujo. Si alguno se anima a este viaje, no dudes en invertir en aparejo de pesca y dedicar un rato cada día. La recompensa merece la pena!

LOS MEJORES SITIOS: De nuestra ruta destacamos:

Svolvaer como campo base, ya que es un pueblo/ciudad equipado y animado y el puerto es precioso

Henningsvaer, puerto natural entre 2 islas, un pueblo bonito una ubicación excelente. Además hay un par de bares-restaurantes con ambiente de escaladores

Reine, las mejores fotos del viaje salieron de este pueblo precioso, encajado entre montañas y fiordos. Una delicia de sitio, aunque también el más turístico y habitado de la semana.

Storamølla. Frente a Svolvaer, hay un grupo de 3 islas con altos picos y calas protegidas. Naturaleza salvaje y preciosos paisajes. Storamølla es una de ella, la más alta y grande pero las tres son preciosas. Además no vimos a nadie en toda la zona, ni en tierra ni en el mar.

Sin duda, os recomendamos navegar por Lofoten, nosotros volveremos algún día, pero la próxima vez, será en invierno con nieve, esquís y la aurora boreal.